Gonzo Bitter Bar.

Este es el segundo encargo que nos hace nuestro cliente de Zaragoza especializado en bares de copas donde disfrutar de una sorprendente propuesta gastronómica. Su especialidad son la alta cocktelería y la mixologia pero los espacios también están abiertos por la mañana ofreciendo una propuesta de servicios que se adapta a cada momento.

Por este motivo el reto era crear un interiorismo luminoso y fresco para disfrutar durante el día pero que a la vez fuera muy íntimo y canalla para acompañar la cena o las primeras copas de la noche.

El negocio existente, ubicado en la Plaza de los Sitios, ya había sido un antiguo restaurante del que conservamos la fachada clásica. El interior en cambio decidimos intencionadamente crear un espacio muy diáfano con un diseño contemporáneo muy contenido que resaltara el protagonista principal: la barra y sobre todo su tras barra con toda la exposición de botellas y copas.

El local se organiza en un espacio de transición que se puede abrir totalmente al exterior como un gran soportal, una gran sala principal a doble altura donde preside la barra y un pequeño salón interior totalmente separado e iluminado con un gran lucernario. A parte de estos espacios públicos, también encontramos una cocina que se puede abrir totalmente a la sala principal con unas grandes puertas y un altillo con los baños y otras dependencias privadas.

Para crear este interiorismo luminoso, fresco pero a la vez cálido e íntimo, pintamos todo el local de un color verde grisáceo que resulta muy fresco por el día pero por la noche es muy envolvente y  jugamos con un pavimento de roble que sube por las paredes a modo de arrimadero integrando los bancos perimetrales y las grandes mesas de roble e introduce mucha calidez al sitio.

La barra está diseñada como dos grandes bloques en piedra ceppo di gres y sobre en pletina calibrada de inox satinado dando una imagen muy contundente y moderna. Toda la pared del tras barra es un gran mural de estanterías desorganizadas de espejo y luz que contienen todas las referencias de licores y tipos de copas a gran modo de escaparate que aporta gran vistosidad y profundidad al local.

El techo de esta sala además está realizado con un techo tensado de pvc oscuro que refleja el espacio y duplica la altura, potenciando este gran elemento decorativo mural. De este techo, 6 grandes lámparas de papel de arroz blanco flotan sobre la barra en contraste con la pesadez de todos los otros elementos.

El salón interior, de una escala más reducida, sirve de reservado  por el día con una gran mesa central de roble que se convierte en un piano bar por la noche. Todas las paredes acústicas tapizadas, el gran lucernario central y una divertida lámpara en neones son los elementos que además acompañan esta singular experiencia.

Por último, y como ya pasa en todos sus otros locales, algunas paredes se convierten en lienzos donde proyectar instalaciones visuales que acompañan el espacio transformándolo en un ambiente más canalla de noche.