Descripción del Proyecto
Dirección creativa.
Ricard Trenchs
Responsable proyecto.
Mariona Guàrdia
Colaboradores.
Roser Ribas
Superficie.
390 m2
Fotografía.
Enric Badrinas
Memoria del proyecto
(+)Un refugio en Cantabria: La Residencia PQ, un encuentro entre arquitectura, interiorismo y paisaje
En colaboración con 2SGestion y bajo la dirección creativa Ricard Trenchs y nuestro equipo, la Residencia PQ, está situada en el encantador entorno rural de Lamadrid, Cantabria y se proyecta como una integración delicada entre construcción y naturaleza.
El punto de partida: Un espacio de encuentro y descanso en plena naturaleza
La Residencia PQ, con vistas panorámicas al mar Cantábrico y a los imponentes Picos de Europa, se alza en la ladera que desciende hasta la ría de San Vicente de la Barquera. Lamadrid es una aldea de casonas tradicionales con techos de teja, dispersas entre verdes praderas y silos, evocando la esencia del paisaje rural cántabro.
Nuestro cliente, un reconocido chef cántabro afincado en Madrid, comparte esta residencia con su esposa y sus hijos durante los veranos cuando visita su pueblo natal. La visión para esta casa es ofrecer un lugar de retiro y encuentro, un espacio donde reunir amigos y familiares en un entorno natural y sereno.
El concepto creativo: Un hogar en armonía con el paisaje
El concepto creativo que concebimos para esta residencia se basa en una integración total con el paisaje. Con unos 400 m 2 distribuidos en dos niveles, se modificó sutilmente la topografía para enterrar parcialmente la planta inferior, logrando así la apariencia de una casa de una sola planta. El resultado es una volumetría sencilla, con una fachada de estuco y cubierta de teja recuperada, que se adapta con naturalidad al entorno. Nuestra intención fue crear una fusión orgánica con el paisaje, una arquitectura que revela y respeta el encanto de su emplazamiento.
La experiencia: Una atmósfera que respira calidez y serenidad
La propuesta de interiorismo para la Residencia PQ busca transmitir una atmósfera acogedora y serena, un espacio donde lo rústico y lo contemporáneo se encuentran en armonía. En este proyecto, la intención es no resaltar la arquitectura en sí misma, sino poner en valor el emplazamiento y las vistas excepcionales. Cada estancia se impregna de una base homogénea y natural, donde el mobiliario cobra protagonismo al contrastar con tonos oscuros, maderas de nogal y materiales como la piedra y el cuero en tonos tostados.
La distribución: Una estructura pensada para enmarcar las vistas
La excepcional ubicación de la parcela, con vistas tanto al mar como a las montañas, inspiró una distribución que enmarca estas perspectivas en las zonas sociales de la casa. El salón-comedor ocupa un espacio diáfano en el centro, con amplias fachadas acristaladas y porches. Los dormitorios principales, el estudio y la cocina se distribuyen en los laterales, protegidos tras ventanas pequeñas que evocan la construcción tradicional. En el salón, una chimenea central de obra articula el espacio, destacando la inclinación de la cubierta y su estructura de roble.
El salón ligeramente más bajo está orientado a mar, pero el comedor preside, junto al acceso principal, una posición más elevada para poder disfrutar también de las vistas al porche sud y la piscina, mucho más protegida de los vientos en esta posición. A través de una ligera pendiente, se accede al garaje en la planta inferior, así como a los dormitorios infantiles y su sala de estar que conectan directamente con el exterior.
La materialidad: Una selección natural que dialoga con el entorno
La selección de materiales es fundamental para lograr esta integración en el contexto rural. La fachada y la cubierta emplean mortero de cal beige, teja recuperada y piedra natural de la zona. En el interior, la paleta de materiales incluye estuco de cal y tadelakt beige en las paredes, piedra abujardada como pavimento de los porches, cocina y comedor, así como tarima de roble natural en el salón y dormitorios. Las carpinterías de puertas y armarios, en madera de roble, aportan una calidez acogedora y sobria. La cubierta de dos aguas, con estructura de madera y entre vigas pintadas en jabelga beige, completa esta atmósfera.
El mobiliario: Diseños atemporales que realzan el espacio
El salón destaca con sofás de By Blasco, la butaca Grand Relax de Vitra y una mesa de mármol Sierra Elvira diseñada por nosotros. La mesa de comedor Bule de Lema está rodeada por sillas Normal de Isist y una lámpara de hierro y cerámica creada en colaboración con CA2L y la artesana Eugenia Boscà. En la biblioteca, añadimos butacas Cargo de Herenhuis junto a la lámpara TMM de Santa&Cole. En el estudio, la silla CH20 de Carl Hansen y una lámpara de TineKhome completan el espacio de trabajo. Los porches, por su parte, cuentan con mobiliario de exterior de Ethnicraft y una gran mesa de madera de Exportjunk acompañada de sillas Enea de Kettal.
La Residencia PQ es un refugio donde cada elemento arquitectónico y decorativo colabora para realzar la belleza natural de Cantabria, integrándose con el paisaje y transmitiendo una sensación de paz y serenidad que se percibe en cada rincón.