Nomo.

El concepto del nuevo restaurante Nomo, en la calle Consell de Cent de Barcelona, nace de la voluntad de crear un espacio que transmita calma a través de la utilización de pocos materiales, pero que a la vez genere una experiencia cálida y sobria. Los materiales se utilizan de una manera contundente, paredes y techos de estuco, mobiliario en madera tono tabaco, pavimento rústico gris oscuro y baldosas vitrificadas de color en algunas paredes que destacan zonas de paso para lograr cierto dinamismo.

La configuración del espacio respeta la del local anterior al resolver de una manera eficiente el funcionamiento del nuevo restaurante, con tres grandes comedores diferenciados; la cocina y la barra se han dejado en el mismo lugar donde estaban en el local anterior. Se realizaron pequeñas operaciones para mejorar el funcionamiento, pero respetando la prexistencia. Se refuerza la idea de espacios segmentados y acogedores a través de pasos enmarcados con madera del mismo tono. Se diseñaron elementos decorativos expresamente para este local, como una celosía de tablillas de madera, mesas y bancos comunitarios y apliques en acabado latón para la zona de cóctel.

Todos los comedores han sido configurados siguiendo el mismo patrón, un banco corrido se apoya sobre una pared para dar versatilidad al servicio, con mesas exentas que terminan de configurar el espacio. Planos inclinados fabricados en DM, y revestidos de fibra natural con reminiscencias al tatami, se suspenden del techo y sirven para ocultar los conductos de aire acondicionado, permitiendo ganar la máxima altura posible en estos espacios.

Toda la iluminación ha sido estudiada para que fuese versátil, de tal manera que se puede generar una atmósfera íntima u otra más social, dependiendo del momento. La iluminación indirecta ha sido otro elemento que unifica todos los espacios, acentuado con focos puntuales para dar dramatismo en la zona de los comedores. Las lámparas decorativas son clásicos del diseño que terminan de dar calidez al espacio.